05 Ago PIEL SUAVE EN VERANO
Cómo nos gusta ponernos al sol y estar morenitas, ojalá ese bronceado dorado todo el año, pero mientras cogemos ese color tan bonito nuestra piel se deshidrata, pierde colágeno y por tanto elasticidad. Frente a todos los beneficios del sol, como la vitamina D y el aspecto saludable que nos aporta, están los inconvenientes de exponernos al sol: manchas, arrugas, rojeces o incluso cáncer de piel.
Este verano te damos las claves para mantener una piel bronceada pero cuidada, para que tu cara y tu cuerpo luzcan saludables ahora y siempre, recuerda que el sol tiene memoria, y la piel refleja todo el daño recibido año tras año.
Protégete del sol
Lo primero es protegernos del sol con alta protección. Escoge una protección alta para mantenerte durante más tiempo protegido del sol. Te recomendamos utilizar siempre SPF 50 en la cara y por lo menos SPF 30 en el cuerpo, de esta manera evitarás quemaduras y efectos nocivos.
Evita las horas centrales
No tomes el sol durante las horas centrales del día. Evita ponerte cual lagartija desde las 10:00 hasta las 16:00, este periodo de tiempo es el más peligroso para tomar el sol porque es cuando más fuerza tienen los rayos solares. Escoge tomar el sol a partir de las 16:00 de la tarde, y si te vas a poner antes de esa hora al sol, re-aplica la protección solar cada 2 horas, pon la cabeza a la sombra o lleva sombrero, y mantente hidratado con agua todo ese rato.
Hidrátate
Después de estar al sol, hidrátate también por fuera. Si bien tienes que tomar agua durante todo el día y beber aproximadamente entre 1’5L y 2 L, también es muy importante hidratar la piel después de estar al sol. Lo mejor es que utilices una loción after sun, específica para después del sol, que te ayudará a aliviar, refrescar, reparar la piel e incluso prolongar el bronceado. Entre el sol y la sequedad del calor en verano, no olvides hidratar tu piel todos los días después de la ducha, aunque no hayas tomado el sol. Así lucirás una piel suave y brillante, libre de grietas y aspecto seco. También puedes darte una capa extra de hidratación en las piernas antes de salir a la calle, así se verán mucho más morenas y brillantes.
Limpia y Exfolia tu piel
Otro aspecto de gran relevancia para tener una piel perfecta en verano es la limpieza. Con el calor y el sudor, conviene lavarse la cara con un gel específico 2 veces al día. Limpia en profundidad para evitar la obstrucción de los poros y para evitar que se formen comedones.
Además, exfolia tu piel una vez a la semana, así fomentarás la buena circulación y la renovación celular retirando las células muertas. Eso sí, exfoliante un día antes de tomar el sol, nunca justo antes porque te puedes quemar más fácilmente. Sin embargo, una exfoliación a tiempo hará que te pongas morena durante más tiempo, porque evitará que te broncees en las células muertas que se acabarán retirando.