10 Oct Cómo conseguir un sonrisa perfecta
Cómo conseguir una sonrisa perfecta
¡Hablemos de sonrisas! Porque, seamos sinceros, todos queremos esa sonrisa de portada de revista que lo diga todo sin decir una palabra. Y no, no estamos hablando solo de impresionar en una cita o de causar sensación en una reunión de trabajo (aunque eso tampoco está mal), sino de sentirnos bien con nosotros mismos. Sabemos que el cuidado dental a veces puede se algo que dejas para «otro día», pero la realidad es que mantener esos dientes impecables es mucho más sencillo de lo que crees. Así que prepárate, porque vamos a darte los mejores tips para conseguir esa sonrisa perfecta, y de paso, presumirla como se debe. ¡A por ello!
1. Cepillarse los dientes: ¡Sí, lo estás haciendo mal!
Vale, lo primero es lo primero: cepillarse los dientes. Seguro que piensas: «¡Obvio, ya lo hago!». Pero aquí va la pregunta del millón: ¿lo haces bien? La mayoría de la gente lo hace mal, ya sea porque lo hace con prisa o sin prestar atención.
¿Cómo cepillarse correctamente?
Para cepillarte bien los dientes, debes hacerlo con movimientos circulares suaves. Presta atención a todas las superficies del diente: parte frontal, parte trasera y las muelas. Dedícale al menos dos minutos al cepillado. No te olvides de cambiar tu cepillo de dientes cada tres meses o cuando notes que las cerdas están desgastadas.
¿Qué pasta de dientes usar?
Usa una pasta dental con flúor. Este es tu aliado para evitar las caries. Si además quieres blanquear tus dientes, busca una que tenga acción blanqueadora, pero ojo, no abuses de productos demasiado abrasivos.
2. El hilo dental: ese gran olvidado
Este pequeño rollito de hilo es muchas veces el olvidado en la rutina de higiene dental, pero usar hilo dental es clave para lograr una sonrisa perfecta. El cepillo de dientes, por más eficiente que sea, no puede llegar a esos pequeños espacios entre los dientes donde se acumulan restos de comida y bacterias. Incorporar este hábito a tu rutina diaria no solo mejorará tu salud bucal, sino que también evitará la acumulación de sarro.
¿Cómo usarlo?
No es nada complicado: toma un trozo de hilo (alrededor de 40 cm), enróllalo en tus dedos y pásalo suavemente entre cada diente. No lo hagas con brusquedad, el hilo dental es sigiloso pero eficaz.
Hilo Dental Twister Floss de Gum
3. Enjuague bucal: el toque final para un aliento fresco
El enjuague bucal es ese extra que muchos pasamos por alto, pero que puede marcar la diferencia. No solo te deja un aliento fresco (lo cual siempre es un plus), sino que también elimina bacterias que el cepillado y el hilo dental no alcanzan. Hay muchos tipos de colutorios, desde los que combaten el mal aliento hasta los que fortalecen el esmalte o previenen las caries. Recuerda que, aunque el enjuague bucal es útil, no debe reemplazar el cepillado ni el uso de hilo dental.
Enjuague bucal Listerine cuidado total
4. La alimentación también cuenta (y mucho)
Lo que comes afecta a tu sonrisa más de lo que crees. Algunos alimentos no solo son buenos para tu cuerpo, sino también para tus dientes. Alimentos ricos en calcio como los lácteos, las almendras y las verduras de hojas verdes ayudan a mantener tus dientes fuertes. Además, consumir frutas y verduras crujientes como manzanas y zanahorias actúa como un «cepillo natural» que ayuda a eliminar residuos alimenticios de los dientes.
Evita el consumo excesivo de alimentos y bebidas azucaradas, ya que los azúcares alimentan las bacterias en tu boca, lo que puede provocar la aparición de caries. También es recomendable reducir el consumo de café, té y vino tinto, ya que tienden a manchar los dientes con el tiempo.