24 Oct Diferencia entre desodorante y antitranspirante
Elegir entre desodorante y antitranspirante puede parecer una decisión sencilla, pero detrás de esos productos que usamos a diario hay más diferencias de las que podrías pensar. Pero, espera un momento, ¿desodorante o antitranspirante? ¿No son lo mismo? Pues, querido lector, ¡no! Aunque muchas veces se usan como si fueran lo mismo, cumplen funciones distintas y pueden ser más o menos adecuados dependiendo de lo que necesites. ¡Sigue leyendo y descubre cuál es el mejor desodorante para ti!
Desodorante y antitranspirante: ¿Cuál es la diferencia?
Antes de entrar en detalles, despejemos la pregunta básica: el desodorante y el antitranspirante no son lo mismo, aunque se utilicen para cosas bastante relacionadas. La clave está en lo que quieres controlar: ¿el olor o el sudor?
Desodorante: adiós mal olor, pero no al sudor
El desodorante está diseñado para combatir ese olor corporal que todos conocemos. Sin embargo, no evita que sudes. ¿Por qué? Porque su principal función no es bloquear la transpiración, sino neutralizar las bacterias que causan ese aroma no tan agradable que aparece después de unas horas de actividad.
¿Cómo funciona? Simple: cuando sudas, las bacterias en tu piel se alimentan de ese sudor y producen el mal olor. Los desodorantes incluyen ingredientes antibacterianos que reducen la cantidad de bacterias que viven en tus axilas, y además suelen contener fragancias para mantener el olor a raya durante todo el día. Pero seguirás sudando. Lo que significa que si tu mayor problema es la cantidad de sudor, el desodorante no será tu mejor aliado.
Antitranspirante: bloquea el sudor, pero no el olor
Ahora, si lo que te preocupa es más el sudor que el olor, entonces lo que necesitas es un antitranspirante. Estos productos están diseñados para bloquear la transpiración temporalmente, cerrando o «taponando» las glándulas sudoríparas.
¿Cómo lo hacen? Aquí entra en juego un ingrediente clave: sales de aluminio. Estas sales crean una barrera temporal que evita que el sudor llegue a la superficie de la piel. Es decir, no solo evitarás tener esa sensación pegajosa en las axilas, sino que también minimizarás la posibilidad de que se formen esas molestas manchas de sudor en la ropa.
Pero hay un pequeño inconveniente: los antitranspirantes no siempre eliminan el mal olor. Claro, muchos productos en el mercado combinan ambas funciones (desodorante + antitranspirante), pero si estás usando un antitranspirante puro y duro, puede que sigas necesitando algo extra para combatir el olor que aparece después de un día agitado.
¿Qué desodorante elegir?
Vale, ahora que ya sabes la diferencia, toca la gran pregunta: ¿cuál deberías usar? La respuesta depende de lo que quieras controlar:
– Si te preocupa más el olor corporal que el sudor, opta por un desodorante. Hará su trabajo manteniéndote fresco (al menos en cuanto a olor).
– Si lo que te trae de cabeza es el sudor excesivo y no te importa tanto el olor, elige un antitranspirante.
– Y si, te preocupan ambas cosas (mal olor y sudor), entonces necesitas uno que sea desodorante y antitranspirante a la vez. Hoy en día, hay muchas opciones en el mercado que combinan lo mejor de ambos mundos.
¿Cómo aplicar correctamente el desodorante y el antitranspirante?
Podrías pensar que no hay mucha ciencia detrás de aplicarse desodorante o antitranspirante, pero si realmente quieres que funcionen de la mejor manera, hay algunos trucos a tener en cuenta:
– Limpia y seca tus axilas antes de aplicar cualquier producto. Si tu piel está húmeda, ya sea por sudor o por no haberte secado bien después de la ducha, el producto no se adherirá correctamente.
– Aplica antitranspirante por la noche. Esto puede sonar raro, pero durante la noche las glándulas sudoríparas están menos activas, lo que permite que las sales de aluminio formen esa barrera de la que hablamos antes. Así te despertarás con las axilas frescas y controladas.
– Desodorante para las mañanas. Como el sudor no se puede controlar con desodorante, es mejor aplicarlo en las mañanas, cuando vas a estar más activo. Así combatirás el mal olor cuando realmente lo necesitas.
– No exageres con la cantidad. Aplicar más producto no significa que funcionará mejor. Una capa ligera es suficiente para mantener el sudor o el olor bajo control.