14 Nov Cómo proteger tu piel del frío

Cómo proteger la piel del frío: la guía definitiva para hombre

Cuando llega el invierno, la piel es una de las primeras en notar el cambio de estación. Las bajas temperaturas, el aire seco y el viento pueden afectar notablemente a tu piel, dejándola seca, sensible e incluso agrietada. Mantener una rutina de cuidado de la piel en invierno no tiene por qué ser complicado. Con algunos pasos sencillos y los productos adecuados, puedes proteger tu piel del frío y evitar la molesta sequedad que trae consigo. Así que, dale a tu piel la atención que se merece y prepárate para disfrutar del invierno sin preocuparte por los efectos del frío. ¡Tu piel te lo agradecerá!

¿Por qué el frío afecta tanto a la piel?

Empecemos por lo básico. Cuando baja la temperatura, también baja la humedad en el aire. Y adivina qué: tu piel depende de la humedad para mantenerse flexible, hidratada y libre de grietas. En invierno, el aire seco absorbe toda esa humedad, provocando que la piel se seque rápidamente. Y si le sumas el viento, la calefacción y las duchas calientes, tienes la receta perfecta para una piel áspera y opaca.

Tu Aliado Número Uno: La Crema Hidratante

La crema hidratante es esencial en cualquier rutina de cuidado, pero en invierno su importancia es aún mayor. Al aplicar una buena crema hidratante, crearás una barrera que retiene la humedad en la piel, evitando que se reseque con el frío.

Busca ingredientes hidratantes como la glicerina, el ácido hialurónico o la manteca de karité. Estos ingredientes son conocidos por su capacidad de retener el agua en la piel y mantenerla hidratada durante más tiempo.

¿Cuándo aplicarla? Justo después de la ducha, cuando tu piel todavía está húmeda. Esto ayuda a sellar la humedad en la piel y prolonga la hidratación.

Aftershave hidratante

Si te afeitas, usa una loción post-afeitado hidratante. El afeitado constante puede irritar la piel en invierno, así que busca productos que calmen la piel y no contengan alcohol, ya que puede secarla aún más.

Ajusta la Temperatura del Agua en la Ducha

Aunque una ducha caliente puede ser muy tentadora en invierno, el agua caliente elimina los aceites naturales de la piel, dejándola seca y tirante.

– Usa agua tibia en lugar de agua caliente y reduce el tiempo de la ducha. De esta forma, protegerás mejor la capa de hidratación natural de tu piel.

– Aplica la crema corporal hidratante justo después de la ducha para maximizar la retención de humedad en la piel.

Mantén tus Manos Hidratadas

Las manos suelen estar expuestas al frío, y el uso constante de agua y jabón puede resecar la piel.

– Aplica crema de manos varias veces al día para evitar que se agrieten. Busca una crema que se absorba rápidamente y no deje sensación grasosa.

– Usa guantes cuando salgas al exterior para proteger la piel del frío y del viento.

Los guantes y una crema de manos te ayudarán a evitar las molestas grietas en los nudillos y los dedos durante el invierno.