Porosidad del cabello: descubre los tipos y cómo cuidar tu cabello
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Porosidad del cabello: descubre los tipos y cómo cuidar tu cabello

La porosidad del cabello es uno de los factores más importantes a tener en cuenta cuando hablamos de la salud capilar. Este término hace referencia a la capacidad que tiene el cabello para absorber y retener la humedad. Si bien la porosidad capilar es un concepto técnico, entenderla puede ser crucial para seleccionar los productos y rutinas de cuidado que tu melena necesita. Aquí exploraremos qué es la porosidad del cabello, cómo identificarla y cómo cuidar tu cabello según su porosidad.

¿Qué es la porosidad del cabello?

La porosidad del cabello se refiere a la capacidad del cabello para absorber y retener la humedad. Está determinada por la estructura de las cutículas, que son las capas externas de la fibra capilar. Estas cutículas pueden estar más abiertas o cerradas, lo que afecta a cómo el cabello reacciona los productos hidratantes que aplicamos, aceites y acondicionadores.

Tipos de porosidad del cabello

Porosidad baja. Las cutículas están muy compactadas, lo que dificulta que el cabello absorba humedad. Aunque el cabello no pierde fácilmente la hidratación, también es más propenso a la acumulación de productos, lo que puede generar que se vea pesado y sin vida.

Porosidad media. Las cutículas están ligeramente abiertas, lo que permite un equilibrio entre la retención de la hidratación y la absorción de productos. Este tipo de porosidad es considerado ideal, ya que el cabello puede mantener su hidratación sin volverse demasiado graso ni reseco.

Porosidad alta. Las cutículas están muy abiertas, lo que facilita la absorción de agua y productos, pero también hace que el cabello pierda humedad rápidamente. Este tipo de porosidad es común en cabellos que han sufrido daños por tratamientos químicos, exposición al calor excesivo o factores ambientales.

Cómo saber el tipo de porosidad del cabello

Existen varios métodos para conocer la porosidad de tu cabello. A continuación, te mostramos algunos de los más comunes:

Prueba del agua. Este es uno de los test de porosidad del cabello más sencillos. Toma un cabello limpio y seco, y colócalo en un vaso con agua. Si el cabello se hunde rápidamente, es un indicio de alta porosidad. Si el cabello flota o tarda mucho en hundirse, probablemente tengas baja porosidad. Si se hunde lentamente, entonces tu porosidad es media.

Observación visual. Si tu cabello está seco y tiene tendencia a ser frágil o se encrespa con facilidad, es posible que tenga alta porosidad. Si se ve saludable, suave y sin frizz, es puede que tenga baja porosidad.

Test de elasticidad. Tira suavemente de un cabello seco y observa su elasticidad. Si el cabello se estira un poco y vuelve a su forma, probablemente tiene una porosidad media. Si se estira mucho y se rompe fácilmente, tu cabello tiene alta porosidad.

Como mejorar la porosidad del cabello

1. Cabello de baja porosidad. El cabello de baja porosidad suele ser más resistente a la humedad, por lo que es más difícil que absorba agua y nutrientes. Para cuidar este tipo de cabello, te recomendamos:

Evitar el uso excesivo de aceites. Los aceites pesados pueden acumularse en la superficie del cabello, haciendo que se vea apelmazado. Opta por productos ligeros como aceites de argán o jojoba.

– Usar calor para abrir las cutículas. Cuando apliques tratamientos o mascarillas, utiliza calor para abrir las cutículas y permitir que los productos penetren mejor, por ejemplo, con un gorro térmico o una toalla caliente.

– Champú clarificante. A veces el cabello de baja porosidad puede acumular residuos de productos. Usar un champú clarificante te ayudará a mantener el cuero cabelludo limpio.

2. Cabello de porosidad media. Este tipo de cabello es más equilibrado y no suele tener tantos problemas de absorción ni retención de humedad. Aun así, debes asegurarte de:

– Usar productos equilibrados. Elige productos que no sean demasiado pesados ni demasiado ligeros. Opta por acondicionadores y cremas hidratantes en vez de mascarillas

– No sobrecargar de productos. Aunque tu cabello no sea tan propenso a la acumulación de productos como el de baja porosidad, es importante no excederse en la cantidad de productos que usas.

Hidratación regular. Si bien no es tan necesario como en los cabellos de porosidad baja o alta, una hidratación regular siempre mantendrá tu melena suave y manejable.

3. Cabello de alta porosidad. El cabello de alta porosidad es más propenso a la deshidratación y al daño, por lo que es fundamental un cuidado extra. Los siguientes tips te ayudarán a mantener tu melena en buen estado:

– Mascarillas e hidratación intensa. Usa mascarillas y tratamientos hidratantes que ayuden a retener la humedad. Los productos con proteínas y aceites naturales son muy beneficiosos para este tipo de cabello.

– Sellado con sérum. Después de la hidratación, usa aceites ligeros como el aceite de argán o coco para sellar la humedad y proteger la cutícula.

Evitar el calor excesivo. Los cabellos con alta porosidad son más propensos a los daños por calor. Si usas herramientas de calor, asegúrate de aplicar un protector térmico y no abusar de estos aparatos.